El reto: equilibrar la protección de la GPU, la sostenibilidad y el coste
Una empresa multinacional líder en tecnología, conocida por sus productos de tecnología avanzada, se enfrentó a importantes retos a la hora de lanzar una nueva GPU. Su solución de embalaje existente, compuesta por espuma y componentes ondulados, estaba resultando inadecuada. Los daños sufridos durante la manipulación y el tránsito aumentaban los costes y la ineficacia.
Además, la empresa quería mejorar la sostenibilidad. Su objetivo era explorar un sistema de embalaje retornable de circuito cerrado que pudiera reducir su huella medioambiental y, al mismo tiempo, mantener la seguridad del producto. Dada la complejidad y sensibilidad de su nueva GPU, estos retos requerían una solución innovadora que equilibrara rendimiento, sostenibilidad y rentabilidad.
Solución de Nefab: Cojín Reflex termoformado de HDPE para GPUs
Para resolver estos problemas se desarrolló una solución a medida:un cojín Reflex termoformado de polietileno de alta densidad. Este innovador diseño envuelve el producto de forma segura, proporcionando una protección óptima durante el transporte. El cojín está fabricado con polietileno de alta densidad 100% reciclado y totalmente reciclable.
Para mayor protección, se incorporó a la instalación una bolsa antiestática de polietileno de baja densidad que garantizaba que los delicados componentes electrónicos no sufrieran daños. La nueva solución también optimizó la manipulación gracias a su diseño ergonómico y sus reducidas dimensiones, lo que permitió mejorar la eficacia embalado y reducir los costes de transporte.
Para agilizar aún más el proceso, el sistema de embalaje se implantó como parte de un flujo de bucle cerrado. Tras su uso, los componentes se devolvían, se inspeccionaban y se volvían a poner en circulación.
